Las necesidades versus los deseos en las renovaciones de las canchas de golf.
Traducción del articulo de Bradley S. Klein del 7/2/22 original disponible en: https://www.usga.org/content/usga/home-page/course-care/green-section-record/60/18/wants-vs--needs-in-golf-course-renovation.html
La lista de deseos para una renovación de cancha puede ser larga pero focalizarse en lo que la cancha realmente necesita puede mantener las discusiones ancladas en la realidad.Cuando hablo con golfistas, comisiones y comités en canchas de golf que están considerando una renovación, siempre trato educadamente de enfatizar que, independientemente de las opiniones que puedan tener, en realidad tienen poca o nula idea sobre cómo funciona realmente la cancha de golf. Ilustro esto explicando la infraestructura no visible que se necesita para darle la forma adecuada a la superficie de la cancha de golf. Luego viene el recordatorio de que deben respetar la experiencia de aquellos que realmente saben cómo funcionan las cosas, especialmente el superintendente.
Gran parte de lo que se necesita para que la cancha funcione bien, explico,
está oculto bajo la superficie y, por lo tanto, es desconocido para el
observador casual, incluida la gran mayoría de los golfistas y de los miembros
de comités que toman decisiones en los clubes. Mi trabajo en ese momento es tanto educar
como crear un espacio para que los profesionales ayuden a los administradores
de la cancha a tomar decisiones informadas. También hay mucho que decir
sobre la necesidad de humildad durante el proceso. Aprender sobre lo que
uno no sabe es una experiencia muy esclarecedora. Los golfistas juzgan el campo
a partir de sus manifestaciones superficiales: el color del césped, la calidad
del corte, la suavidad con la que ruedan los putts en los greens y la
uniformidad de la arena del búnker.
En cuanto a los mecanismos entrelazados complejos que hacen posible esa
superficie de juego, basta simplemente con comenzar a enumerarlos para ver
materializar en sus rostros expresiones perdidas. Las cañerías de riego,
el cableado eléctrico, los canales de drenaje, la estructura de la raíz del
césped, la calidad del agua, el tipo de suelo y sus características de
porosidad, los niveles de nutrientes, las tasas de fertilidad y el contenido de
humedad juegan un papel clave en las condiciones del campo. La mayoría de los
golfistas no saben casi nada sobre estas cosas. ¿Por qué deberían? Hay expertos allí para
ayudarlos.
Es bueno recordar que la complejidad de mecanismos entrelazados en un campo
de golf es similar a la del cuerpo humano. En ese sentido, los superintendentes son
como médicos internistas expertos, mientras que la mayoría de los golfistas son
más como hipocondríacos.
Por lo tanto, la superficialidad enloquecedora de la mayoría de las quejas
de los golfistas y la rareza de encontrar un comité de cancha que está más allá
de tratar con tales trivialidades. La arena es demasiado firme. Los approaches son
demasiado suaves. Los greens son demasiado lentos y la ubicación de
los hoyos están demasiados inclinados.
Trazar el paralelismo entre un campo de golf y el cuerpo humano es una
forma poderosa de romper con esas preocupaciones cotidianas. Sienta las bases para
que los superintendentes transmitan su experiencia y sean vistos como técnicos
capacitados que resuelven problemas de manera analítica y profesional.
Comprender el valor de la experiencia es importante en la rutina diaria de
un campo de golf, pero se vuelve especialmente crítico cuando se pasa del
mantenimiento diario a realizar renovaciones a la cancha de golf. Aquí es donde la
mayoría de los golfistas piensan erróneamente que los asuntos en cuestión están
sujetos a su opinión y preferencia personal, como si los problemas de árboles,
bunkers, césped, calidad del agua y trazado fueran simplemente una cuestión de
gusto y juicio individual. Cuando se trata de sistemas interconectados como
en un campo de golf, nada es tan simple.
La Sociedad Estadounidense de Arquitectos de Campos de Golf les hizo un
gran favor a todos en el negocio del golf, en especial a sus propios miembros,
al publicar una pequeña guía útil sobre la vida útil de ciertos elementos
básicos de la infraestructura. El cuadro fue desarrollado en conjunto con la USGA
Green Section, la Asociación de Constructores de Campos de Golf de América y la
Asociación de Superintendentes de Campos de Golf de América, junto con otras
organizaciones profesionales en la industria del golf. Detalla la expectativa
de vida de elementos básicos como la arena de búnker, greens y un sistema de
control de riego, todo con los calificadores apropiados teniendo en cuenta las
condiciones de variabilidad.
No hay dos canchas similares a excepción de una sola cosa. Diferir el reemplazo de ítems claves lleva a
mayores costos a futuro, además de afectar la calidad del campo de golf y le
disfrute de los jugadores. La siguiente
información representa una línea de tiempo realista de la longevidad de cada
ítem.
El ciclo de vida pude variar de acuerdo a la ubicación de la cancha,
calidad de materiales, procedimiento de instalación original y prácticas de
mantenimiento.
|
ITEM |
AÑOS |
|
Greens |
15-30 años |
|
Arena bunker |
5-7 años |
|
Sistema riego |
10-30 años |
|
Sistema control riego |
10-15 años |
|
Camino carros asfalto |
5-10+ años |
|
Camino carros hormigón |
5-30+ años |
|
Tees cancha practica |
5-10 años |
|
Tees |
15-20 años |
|
Caños metal corrugado |
15-30 años |
|
Caños drenaje bunkers |
5-10 años |
|
Mulch |
1-3 años |
|
Césped |
Varia |
He llegado a apreciar que los golfistas, los comités y los empleados merecen una explicación clara y sobria de cuáles son las razones para proceder con distintos planes de renovación, así como una métrica de éxito que pueda ayudar a las personas a evaluar las propuestas y los resultados finales. Hay una variedad de formas de aplicar este enfoque a la renovación de una cancha de golf. Reemplazar la infraestructura obsoleta sin duda debe ser la base para cualquier plan de renovación. De allí es en una cuestión de qué forma deben tomar las características del campo de golf para cumplir con los diversos objetivos de diseño, jugabilidad y mantenimiento que se hayan establecido previamente.
Estas son consideraciones cruciales cuando se argumenta a
favor de una renovación. Si pueden identificar los correctamente los problemas
que están abordando, entonces la intervención y el gasto pasan de ser una
cuestión de mero gusto a centrarse en las cuestiones de necesidad.
A una escala más pequeña, la resolución de problemas puede
significar cosas como remodelar los bunkers que se lavan, perfilar correctamente
fairways que no drenan, expandir los greens para recuperar las ubicaciones de
hoyos perdidos, eliminar árboles problemáticos o crear tees cortos de menos de
5,800 yardas que podrían acomodar mejor a los jugadores con velocidades de
swing más lentos.
A un nivel más alto, los problemas pueden trascender la
jugabilidad y prácticas de mantenimiento diarios para incluir problemas agronómicos
y los relacionados con el mercado. Por ejemplo, la necesidad de lograr ahorros
drásticos en el riego frente a la escasez de agua, tratando de retener jugadores
cuando otras canchas cercanas hayan realizado mejoras, o la necesidad de lograr
la eficiencia del mantenimiento frente a la escasez de mano de obra.
Los superintendentes juegan un papel crucial en la evaluación
de las necesidades de un campo de golf. A veces, su asombrosa capacidad para
encontrar soluciones puede ser contraproducente. He visto a muchos
superintendentes que parecen enorgullecerse perversamente de su capacidad para
hacer crecer el césped en condiciones imposibles, pero el poder hacerlo
probablemente no sea lo mejor para la cancha, el personal de mantenimiento o la
cordura del superintendente. En una cancha de bajo presupuesto que sobrevive
con la recaudación diaria, un enfoque tan estoico sobre el trabajo podría tener
sentido. Ese enfoque es menos apropiado para canchas que tienen acceso a
recursos porque da la impresión de que no tiene necesidades reales a largo
plazo cuando en realidad si las tiene.
Incluso cuando las canchas ven la necesidad de invertir en
mejoras, ciertos enfoques son contraproducentes. El error más flagrante que veo
es realizar una encuesta de golfistas, a menudo realizada por una firma de
consultoría externa, para averiguar qué es lo que “realmente quieren” los
clientes actuales. En ausencia de una educación detallada y una explicación
sobre la infraestructura, el potencial del sitio y lo que un arquitecto
imaginativo de un campo de golf cree que es posible, dichas encuestas terminan
complaciendo una perspectiva miope que en realidad pueden terminar obstaculizando
el avance de una cancha.
Una cosa es que un arquitecto de golf experimentado realice sesiones
de consulta detalladas con grupos referentes reducidos, como, por ejemplo, jugadores
mayores, jugadores de bajo handicap o golfistas relativamente nuevos, para
involucrarlos en una conversación constructiva que lo ayuden a generar soluciones
creativas. Este tipo de discusión ayuda al arquitecto a comprender los diversos
problemas en un campo y crea una oportunidad para educar a los golfistas sobre
cosas como las necesidades de infraestructura y las consideraciones de
mantenimiento a largo plazo. Poner un cuestionario estático preguntando si los
golfistas quieren "menos árboles", "más opciones de yardas"
o "mejores bunkers" o si están dispuestos a aprobar el cierre de la
cancha para arreglar las cosas probablemente no sea productivo.
Los comités y los tomadores de decisiones deben liderar, no
seguir. Se necesita una cierta confianza para hacer este trabajo correctamente.
Durante el proceso el superintendente es un recurso indispensable. No es
necesario que este lidere el proceso, pero sin duda pueden proporcionar sus
propios conocimientos profesionales informados y ayudar al club a contactar con
consultores externos expertos en arquitectura de golf, construcción de campos
de golf, riego, ingeniería y marketing local. Ese proceso comienza cambiando
los términos de la renovación del campo de golf desde una basada en deseos a una
basada en necesidades.
No hay dos canchas similares a excepción de una sola
cosa. Diferir el reemplazo de ítems
claves lleva a mayores costos a futuro, además de afectar la calidad del campo
de golf y le disfrute de los jugadores.
La siguiente información representa una línea de tiempo realista de la
longevidad de cada ítem.
El ciclo de vida pude variar de acuerdo a la ubicación de la
cancha, calidad de materiales, procedimiento de instalación original y
practicas de mantenimiento.
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